PORQUE PRETENDEN
ELIMINAR LA COLEGIATURA DE LOS MAESTROS PARA EJERCER LA DOCENCIA EN EL PROYECTO
DE LEY DE REFORMA MAGISTERIAL
En
nuestro país en donde la informalidad está institucionalizada lo que ha
conllevado a que existan seudos profesionales ofertando servicios de dudosa
calidad, esto generalmente lo apreciamos más cuando se manifiesta en el área de la salud en la que muchas
personas han sufrido afecciones en su salud. Las ordenes profesionales de la
salud han detectado y denunciado miles de casos de fraudulentos servicios
profesionales, con lo que han impedido que la población se vea afectada y estafada
por estos falsos profesionales. Hasta allí la población y el Estado admiten y
perciben la existencia de los Colegios Profesionales, naturalmente esta apreciación
es muy subjetiva, somera y limitada de las verdaderas competencias que tiene
una Orden Profesional.
Veamos
que pasa en cuanto al servicio educativo, en que pese a que nos encontramos a
pasada una primera década del siglo XXI no se cumple con una de las metas del
milenio que es “Fortalecer la
profesión docente”, ya a
cerca de 30 años de las recomendaciones de la OIT-UNESCO que dice “que
se requiere contar con el titulo pedagógico para ejercer la docencia”, a
más de dos décadas de los foros internacionales de “educación para todos”, en
el país todos los sectores sociales se rasgan las vestiduras pidiendo mayor inversión,
calidad educativa, excelencia profesional de quienes están a cargo de los
procesos formativos. La realidad es totalmente contraria, el fujimorato
minusvaloro a la escuela pública y margino a la profesión docente al
mercantilizar su formación creándose “cientos de fabricas de profesores en
cortos plazos”, titulándolos a cambio de clases magistrales o
ejecutando proyectos de construcción de infraestructura en sus institutos, formación
docente estudiando los fines de semana, los programas a distancia, etc. El APRA
ubico a los trabajadores del PAIT como docentes con cargo a su posterior
profesionalización, en el segundo gobierno de Alan García aprueban la Ley 29510
“que
ordena que cualquier profesional puede enseñar” impidiendo así que se
cumpla con la Ley 28198 y el DS N° 017-2004-ED que daba plazo hasta el
6/07/2010 para que se titulen y colegien todos los ejerzan la docencia sin
título pedagógico, de esa manera se blindo a los militantes apristas que a{un
sin titulares continúan en la docencia. Y hoy el dictamen del Texto
Sustitutorio del proyecto de Ley de Reforma Magisterial en su Art. 76° “establece
que cualquier persona con oficio reconocido puede ser contratado para enseñar”,
de esa manera los loobis de institutos privados que operan en el Congreso de la
Republica logran generar nueva fuente de trabajo para los miles de jóvenes que
egresan como técnicos. No hay que olvidar que a{un existen más de 240 mil
maestros y maestras titulados sin fuente de trabajo.
Pero,
porque el Estado, que tiene por función tutelar o velar por que la educación
sea de calidad y pertinente para el desarrollo del país, actúa paradójicamente haciendo
todo lo contrario, lo real es que nuestro país tiene una economía primaria exportadora de
minerales y productos agropecuarios, por lo tanto las clases dominantes sólo
les basta promover una educación superficial que entregue al mercado laboral
“mano de obra barata”, por eso no les interesa realizar mayor inversión
en educación y mucho menos desarrollar políticas educativas que contribuyan al
desarrollo del país, se limitan a ejecutar recetas o modelos educativos
mayormente fracasados y que son patrocinados por el FMI y BM, sin impórtales el
futuro de la niñez y juventud peruana.
En tal
sentido para quienes realmente gobiernan el Perú, no les interesa que
profesionales de la educación debidamente preparados estén a cargo del servicio
educativo, ven los procesos pedagógicos como actos meramente instructivos y no
formativos, para esta política de Estado el Colegio de Profesores es una traba,
es un obstáculo, por ello en la Ley de Reforma Magisterial ha sido excluida la
colegiatura como requisito para ejercer la docencia, podrán argüir falacias
como que “están divididos” o “el CPPe está judicializado”, “la orden
profesional no sirve de nada” etc. Lo real es que han abierto una vez más la
puerta para que cualquier improvisado sea contratado y sigua cayendo el nivel
científico de la formación que por derecho debería tener cada niño y joven
peruano.
Los
Profesionales de la Educación y el
Colegio de Profesores, debemos contribuir en el desarrollo social del país y
que es una obligación ineludible que nace al momento de recibir nuestro título
pedagógico “a nombre de la Nación” y que se sella con el juramento de rigor que
hacemos al momento de incorporarnos al Colegio de Profesores del Perú.
Actualmente
los profesores hemos sido obligados a priorizar nuestra subsistencia debido a
las precarias remuneraciones o estar distraídos en la cada vez mayor división
gremial o a estar litigando contra el estado por hacer valer nuestros derechos
profesionales, laborales y sociales, no está en nuestra agenda y programación
tratar los problemas nacionales y en especial de la educación, los cuales han
quedado en el olvido o como una última prioridad.
Nuestra
Misión, como Profesores, es formar integralmente a los estudiantes. Cada una de
las actividades que desarrollamos, ya sea en la escuela estatal o privada, sea
cual fuese su cargo y posición, tiene repercusión en el desarrollo de persona,
la familia y de la comunidad, y es una obligación nuestra dar lo mejor de cada
uno en beneficio de la formación de los niños y jóvenes, dejando de lado los
intereses personales y mezquinos, para apostar por un trabajo conjunto que
permita alcanzar el desarrollo social dentro del marco que el profesionalismo
de nuestros actos nos lo permitan. Es por estas razones que resulta necesaria
la aplicación de normas de conducta profesional (código de ética) que le aseguren a nuestra nación la existencia
de Profesores conscientes de la responsabilidad que conlleva estar al servicio
de la educación nacional.
Esta es
la razón por la que existe el Colegio de Profesores del Perú. Somos el ente
rector del comportamiento y del buen desempeño de los Profesionales de la Educación,
a través de sus comités de ética, o a través de sistemas de autocontrol que
permitan distinguir a los Profesionales tanto por su capacidad profesional como
por sus dotes éticas y morales, hay que entender que se educa con el ejemplo,
somos también el referente en lo educativo para lo cual debemos tener una
propuesta pedagógica alternativa para el país. El Colegio de Profesores,
asimismo, deben tener como cuestión previa, una revisión del desempeño de los centros
de formación magisterial, observando y cuestionando la actividad académica con
la finalidad de adecuarla a las necesidades de la Nación y al cumplimiento de
objetivos como por ejemplo, la formación profesional integral de los docentes,
y no, -como viene sucediendo-, abocadas solamente a solventar las necesidades
inmediatas de educación para el trabajo, olvidándose de su verdadera misión:
contribuir con el fortalecimiento de la sociedad a través del mantenimiento de
una cultura que integre el conocimiento científicos con valores.
Angel Agustin Salazar Piscoya
DECANO NACIONAL CPPe
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