LAS CLASES DOMINANTES SIEMPRE HAN
IMPEDIDO QUE EL PROFESORADO HAGA CARRERA PÚBLICA
El
escenario actual a primera impresión aparece aparentemente un Estado
preocupado por que se dé una ley de Reforma Magisterial, para que los maestros
hagan “Carrera Pública”, vemos a congresistas, a la prensa derechista, a los
caviares, a quienes no son especialistas en educación, dando discursos y
palabreos sobre la educación y el magisterio. La ministra de educación y sus
funcionarios, organizando y financiando eventos en donde hablan de las supuestas
bondades de la reforma magisterial, así despilfarran los fondos educativos pagando
a patrocinadores, que les hagan publicidad y tratando de vender a los maestros
que la actual Ley del Profesorado no va más, que es arcaica, que esta
desfasada, que no sirve, que esta congelada, que la estabilidad laboral ya no
existe, etc. A todo este coro, se han sumado los sindicalistas de patria roja
que señalan que el SUTEP ya fue derrotado (Juan Contreras – Carabayllo
18/09/2012) cuando se dio la Ley Nº 29062 y que la salvación es una nueva Ley
del Profesorado que unifique al profesorado y que debemos aceptar la
estabilidad relativa y una forma de proteger al docente que no apruebe las
evaluaciones, es su reconversión laboral y pase brindar apoyo pedagógico o
administrativo en la institución educativa, en otras palabras, aceptan que se
humille al profesor y se eche al tacho de la basura su titulo profesional. A que
tiempo hemos vuelto donde felipillos y felones disfrazados de dirigentes
sindicales se ponen al servicio del patrón. Como el CEN del SUTEP y los
sindicalistas de patria roja se sienten derrotados han bajado sus banderas de lucha, así
pueden justificar su claudicación ante el gobierno aceptando la perdida de los
derechos adquiridos y sumándose a quienes quieren la derogatoria de la Ley del
Profesorado, por eso han dicho, que el debate su propuesta ya está en el Congreso
y la huelga lo que tiene que conseguir es un mayor aumento o sea una migaja más
y los derechos adquiridos que lo decidan los congresistas.
Que,
existen leyes especiales para el profesorado eso es evidente, que allí están consagrados
sus derechos eso es obvio, ¿pero estos derechos se cumplan? o que el profesorado
pueda ejercerlos plenamente, eso es lo que está en debate o cuestión. Bueno los únicos preocupados por hacer Carrera
Pública siempre han sido y serán los maestros y maestras, de parte del gobierno
en los últimos 60 años su accionar ha sido dar leyes que norman la carrera
pública y antes que se implemente, da otras normas recortan o impiden que la ley
magisterial se cumpla o entre en plena vigencia o sino es derogada. Hay quienes se han rasgado
las vestiduras en nombre del magisterio y la educación, pero las leyes a favor
del magisterio han seguido el camino del archivo, el olvido y la muerte
anunciada.
En el
Informe que en 1964 presenta el Presidente Belaunde al Congreso de la
República, dominado por la Coalición APRA-UNO, se decía lo siguiente:
“De acuerdo a la moderna teoría del desarrollo, es imposible
iniciar una dinámica de transformación estructural sin una adecuada
transformación de las aptitudes humanas. Esto sólo puede lograrse a través de
un sistema pedagógico eficaz. Lo que quiere decir que, en países como el
nuestro, el Magisterio es una de las
claves fundamentales del desarrollo. Mientras
una nación que ha decidido iniciar su desarrollo no cuente con una clase
magisterial que goce de prestigio, que posea un nivel económico aceptable en
relación con las condiciones imperantes, y que tenga una aguda conciencia de su
misión histórica, es imposible tener seguridad en el éxito. Por esta razón,
el presente Régimen, desde el comienzo se ha empeñado en dar al Maestro Peruano
la situación económica que le corresponde y la jerarquía y dignidad que exige
su responsabilidad histórica.
El
Mensaje del Presidente Belaunde en julio de 1965 refiriéndose a la Ley del
Magisterio, expresaba;
"Es innegable que
el Magisterio es una de las piedras angulares en las que reposa todo intento de
transformación de desarrollo económico. No han faltado
críticos, que por falta de percepción de la trascendencia que tiene la tarea
magisterial, o por mezquinos propósitos, han pretendido empañar el esfuerzo que
la Nación llevó a cabo en bien de los maestros, considerando como "exceso
de gasto público" del Sector Educación de esos años, la aplicación de la
Ley del Magisterio Nº 15215.
Ya
conocemos la historia, citada norma quedó en tinta sobre el papel, la
oligarquía asfixio de recursos para el desarrollo magisterial y posteriormente
vino el golpe militar del Gral. Juan Velasco Alvarado y tiempo después el 29 de
enero 1980 el Gral. Francisco Morales Bermúdez Cerrutti promulga el Decreto Ley
Nº 22875 “Ley del Magisterio”, que posteriormente cuando se recobra la
democracia va a ser derogado por la Ley del Profesorado.
El
magisterio el 3 de junio del año 1984 inicia una huelga nacional por mejoras profesionales,
sociales y económicas, obligo a acelerar al Congreso de la República la dación
de la Ley del Profesorado Nº 24029. Palabras del Arq. Fernando Belaunde Terry al
promulgar la Ley del Profesorado el 14 de diciembre de 1984
“Desde luego no se
trata de una ley demagógica, de una ley de dádivas; el Perú sabe muy bien que
ese tipo de legislación no conduce a un verdadero mejoramiento y que muchas
veces también empobrece al país, complica y hace más complejos sus problemas.
Por eso, agradecemos a los señores legisladores que han alcanzado una autógrafa
que constituye un esfuerzo serio por reconocer lo que significa el magisterio,
el profesorado y por dar los pasos pendientes a fin de que pueda realmente
elevar su calidad de vida y sus posibilidades culturales y científicas.”
La
Ley del Profesorado estaba dada pero los ascensos de nivel, las mejoras
remunerativas se alejaban, el primer gobierno de Alan García dio un manejo
partidario del sector por parte del APRA, la educación se convirtió en el botín
que festinaban los apristas, hecho que se agravaba con la galopante inflación
que reducía todo derecho remunerativo lo que obligo al magisterio a confrontar
al gobierno. Al término del primer
gobierno de Alan García se modifica la Ley del Profesorado con la Ley Nº 25212,
hecho que fue producto de la huelga magisterial de 1990.
Durante
la narco dictadura fujimontesinista para no cumplir con el mandato de la Ley
del Profesorado se emitieron normas de menor jerarquía que le contradecían tal
fue así el Decreto Supremo Nº 051-91-PCM norma transitoria que regulo los
haberes del sector público, que por mandato constitucional su duración debería ser
por seis meses, su vigencia se alargado por más de 21 años. A demás cada ley de
presupuesto prohibía los ascensos y así la Ley del Profesorado quedo congelada
hasta hoy. El magisterio se vio impedido de hacer CARRERA PÚBLICA y se le
condeno a seguir postergado. Posteriormente fue chantajeado, condicionando los
ascensos previa renuncia a su estabilidad laboral nos referimos a la Ley Nº 29062
"Ley de Carrera Pública Magisterial" promulgada el año 2007, la misma que hoy esta congelada, porque al
Estado no le interesa que el magisterio haga carrera pública, todo lo contrario usa
estos congelamientos para seguir progresivamente reduciendo sus derechos y en
ese marco presenta el proyecto de Ley de Reforma Magisterial (7/08/2012) para desproteger
aún más al profesor. Quieren profesionales de la educación, sumisos,
humillados, gana panes y sobre todo temerosos, para que sean dóciles implementadores
del sistema neoliberal.
Las
excusas o razones que han esgrimido los gobernantes para burlarse del maestro y
sus derechos han sido siempre las mismas; los maestros son muchos, no hay
disponibilidad presupuestal, hay recesión, cualquier incremento de haberes
creará un forado en la caja fiscal o sino usan la mediática de tildarnos de
ociosos, haraganes, irresponsables, violentos, burros, etc. Que no merecemos
mejor remuneración. Solo Dios sabe cuantas otras y nuevas razones de la sin
razón se formularan en el camino. Nosotros, los maestros largamente vejados,
que hemos visto y vemos soslayadas nuestras esperanzas de mejores condiciones
de vida para nuestras familias, nos remitimos a la historia. Nos seguirán hablando
de las "bondades y beneficios" de la nueva reforma magisterial, y que
creamos en que si no se aprueba seguiremos conviviendo con el hambre.
Seremos
fácil presa de la mediática gobiernista de que el problema es que no queremos evaluarnos,
o sino de que trataban las leyes antes citadas, todas ellas hablan de
evaluación de concursos para ascender, ¿Por qué no se convocaron los concursos?
La respuesta es sencilla: el gobierno no quiere incrementar el gasto público al
no querer pagar bien a los que salgan aprobados en dicha evaluación para los
ascensos, ni ascenderlos y hasta hoy siguen congelados los ascensos de niveles.
HEMOS TENIDO LEYES DESFINANCIADAS. Eso quiere decir que los gobiernos de turno
engañan al magisterio y a la opinión pública cuando dicen que buscar revalorar
o dignificar al maestro pues esconden que ellos- siguiendo las pautas del Banco
Mundial, el Fondo Monetario Internacional, etc.- solo buscan equilibrio
presupuestal público sin crecimiento del gasto salarial educativo para proteger
los pagos de la deuda externa peruana.
Ángel
Agustin Salazar Piscoya
DECANO
NACIONAL CPPe
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