martes, 7 de agosto de 2012

UN PROYECTO DE LEY PARA EL PROFESORADO; ANTIMAGISTERIAL, MARGINADOR Y EXCLUYENTE




El neoliberalismo dentro de su lógica excluyente, marginadora, sobreexplotadora, requiere que los trabajadores y los pueblos cada día tengan menos derechos, para poder tener mano de obra barata e indefensa. Por ello del estado bienestar, protector de la década de los 60 en él cual primaban el enfoque jurídico de los derechos adquiridos, los mismos que eran irrenunciables y todo acto contrario es nulo, sino veamos lo que dice el Reglamento de la Ley del Profesorado el DS Nº 19-90-ED en el Art. 43º “Los derechos alcanzados y reconocidos al profesorado por la Constitución, la Ley y el presente Reglamento son irrenunciables, toda aplicación en contrario es nula”. Tras la caída del muro del Berlín y el derrumbe de la URSS, se impuso el capitalismo salvaje que depreda y contamina el planeta en pos de hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres, el mundo está a puertas del colapso ecológico que merma la vida a los que menos tienen. En ese marco en la década de los 90 surge el enfoque jurídico de los derechos cumplidos, por el cual hoy una ley te da un derecho y otra ley te lo puede quitar mañana, sin derecho a reclamo jurídico. Ese es el marco jurídico neoliberal establecido para liquidar los derechos laborales y sociales.

Para nuestro punto de vista el Proyecto de Ley de Desarrollo Docente o de Reforma Magisterial (pLRM) no es otra cosa que la CPM con nuevo ropaje y que continua buscando liquidar los derechos conquistados por el magisterio entre ellos principalmente la estabilidad laboral al establecer en su Segunda Disposición Final “Deróganse las Leyes 24029, 25212, 26269, 28718, 29062 y 29762 y déjense sin efecto todas aquellas disposiciones que se opongan a la presente Ley”, así mismo quiere acabar con los derechos remunerativos del magisterio respecto al 30% por preparación de clases con lo establece su Primera Disposición Final “A partir de la vigencia de la presente ley queda suprimido todo concepto remunerativo no considerado en la presente Ley”.

Para nadie es un secreto que la CPM no sólo fracaso en su propósito de liquidar a la Ley del Profesorado, sino que no ha servido para generar mejoras educativas, en primer lugar de los 334,750 docentes del sector público pertenecen a la CPM 53,612 de los cuales 28,646 son docentes recién nombrados, por lo tanto sólo logro incorporar a 24,966 que pertenecían a la Ley del profesorado, la mayoría de ellos ingresaron tras denuncias de ventas de pruebas y otros estando desaprobados fueron incorporados. La reciente prueba censal ECE 2011, ha demostrado que las regiones donde hay mayor número de docentes de la CPM han quedado en los últimos lugares en comprensión lectora, todo lo contrario ha ocurrido con los primeros lugares que la han ocupado Moquegua Arequipa y Tacna donde el número de docentes en la CPM es muy reducido. Con el cambio de ropaje de la CPM y privilegiando a quienes están en ella, se está premiando a quienes han ingresado a esa ley en formada ética y así mismo está poniendo un borrón y cuenta nueva a todas las trapacerías del APRA.

Respecto a las mejoras remunerativas, es un secreto, pero las especulaciones y las declaraciones a medias tintas de los voceros del MINEDU afirman que van a ser un promedio de 110 a 400 nuevos soles entre cada nivel, si es así los más de 282,000 maestros de la Ley del Profesorado saldrían perdiendo ya que su lucha por el pago continuo del 30% por preparación de clase y evaluación, deberían recibir un incremento salarial en promedio de 350 nuevos soles como mínimo. 

El pLRM, busca pasar a todo el magisterio a ella en forma obligatoria pero con trato diferencial, a los docentes de la Ley del profesorado son degradados al ser ubicados sólo al I y II nivel magisterial y a los docentes de la CPM son privilegiados pasando al nivel superior inmediato del que se encuentran. Se continúa con la marginación a la mayoría que tienen mejores resultados educativos y se premia a quienes a la fecha sus resultados son de regular para abajo, está en la injusticia del neoliberalismo, que genera privilegios para sus felones.

Se vuelve a excluir de ascenso a los cargos jerárquicos, directivos y de funcionarios a los docentes de la Ley del Profesorado, debido que para estos cargos se requiere como mínimo estar en el III nivel magisterial, requisito que sólo lo cumplirían los de la CPM, así mismo esto significaría que los actuales directivos perderían sus cargos y pasarían a aula. Con esta la LRM no existe estabilidad absoluta, por lo tanto a los docentes se les puede mover al justo de la autoridad educativa, a eso Ollanta le  llama “poner disciplina al docente” yo lo llamaría mayor opresión e injusticia al magisterio, no se puede gestionar la educación a través del chantaje, el miedo y el terror, tal mecanismo sólo obtiene gente sumisa y carente de dignidad  

El conare-movadef y su protagonismo electorero de imponer a sus militantes en el CNL de la huelga han dado el mejor pretexto a la derecha bruta y achorada para arremeter primero en contra de la huelga estigmatizándola como de prosenderista, una vez logrado su propósito de aislar al movimiento huelguístico e impedir que logren los pagos de sus derechos remunerativos conculcados y pisoteados por años, ahora a pasado en una segunda etapa a descalificar a todo el magisterio en sus competencias profesionales y laborales, vetándonos así como interlocutores validos para opinar respecto a esta reciente propuesta de proyecto de Ley de Desarrollo Docente o de Reforma Magisterial. Cumpliendo así su plan neoliberal de debilitar la escuela pública e inmovilizar al sindicato y todo gremio magisterial, tal como viene ocurriendo al vetar la presencia del SUTEP en la evaluación laboral y obviar la colegiatura como requisito para ejercer la docencia.

¿Que hacer?, en primer lugar debemos salir a enfrentar la campaña mediática contra el magisterio, en segundo lugar exigir el debate nacional para el proyecto de ley con la participación del magisterio, ese es un derecho que tenemos como ciudadanos y revertir está realidad, pero para lograr estos propósitos los maestros deben forjar la más grande unidad que les permita prepararse para evitar la implementación de citada ley cuando sea aprobada, ya la historia ha demostrado que leyes aprobadas nunca se implementaron por la resistencia social. Hoy la correlación de fuerzas no son las más favorables, pero si se deponen sectarismos y se trabaja por la unidad del magisterio la historia puede ser otra.

Por: Ángel Agustin Salazar Piscoya

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