En
el escenario actual a primera impresión aparece públicamente un Estado que
pretende mejorar la situación laboral del magisterio para ha dado la Ley Nº
29944 “Ley de Reforma magisterial”, para que los maestros hagan “Carrera
Pública”, hemos visto a congresistas, a la prensa derechista, a los caviares, a
quienes no son especialistas en educación, dando discursos y palabreos sobre la
educación y el magisterio. La ministra de educación, sus asesores y sus
funcionarios, organizando y financiando eventos en donde hablan de las “bondades
de la reforma magisterial”, así despilfarran los fondos educativos pagando a
patrocinadores, que les hagan publicidad y tratando de vender a los maestros las
bondades de la reforma y que la Ley del Profesorado era arcaica, que esta
desfasada, que no sirve, que estaba congelada, que la estabilidad laboral ya no
existe en el mundo, etc.
A
todo este coro, se suman los sindicalistas de patria roja que señalan “que el
SUTEP ya fue derrotado (Juan Contreras – Carabayllo 18/09/2012) cuando se dio
la Ley Nº 29062 y que la salvación es una nueva Ley del Profesorado que
unifique al profesorado y que debemos aceptar la estabilidad relativa y una
forma de proteger al docente que no apruebe las evaluaciones, es su
reconversión laboral y pase brindar apoyo pedagógico o administrativo en la
institución educativa”, en otras palabras aceptan que se humille al profesor y
se eche al tacho de la basura su titulo profesional. A que tiempo hemos vuelto
donde felipillos y felones disfrazados de dirigentes sindicales se ponen al
servicio del patrón. Como el CEN del SUTEP y los sindicalistas de patria roja
se sienten derrotados han arriado banderas, así pueden justificar su
claudicación ante el gobierno aceptando la perdida de los derechos adquiridos y
la huelga la traicionan diciendo que sólo fue para conseguir un mayor aumento o
sea una migaja más y los derechos adquiridos ya fueron.
Que,
existen leyes especiales para el profesorado eso es evidente, que allí están
consagrados sus derechos eso es obvio, pero estos derechos se cumplan o que el
profesorado pueda ejercerlos plenamente, es lo que está en cuestión. Bueno los únicos preocupados por hacer
Carrera Pública siempre han sido y serán los maestros y maestras, de parte del
gobierno en los últimos 60 años su accionar ha sido dar leyes que norman la
carrera pública y antes que se implemente da normas que recorte o impidan que la
ley magisterial entren en plena vigencia o sino son derogadas. Hay quienes se
han rasgado las vestiduras en nombre del magisterio y la educación, pero las
leyes a favor del magisterio han seguido el camino del archivo, el olvido y la
muerte anunciada.
El
Mensaje del Presidente Belaunde en julio de 1965 refiriéndose a la Ley del
Magisterio, expresaba;
"Es innegable que
el Magisterio es una de las piedras angulares en las que reposa todo intento de
transformación de desarrollo económico. No han faltado críticos, que por falta
de percepción de la trascendencia que tiene la tarea magisterial, o por
mezquinos propósitos, han pretendido empañar el esfuerzo que la Nación llevó a
cabo en bien de los maestros, considerando como "exceso de gasto
público" del Sector Educación de esos años, la aplicación de la Ley del
Magisterio Nº 15215.
Ya
conocemos la historia, la Ley Nº 15215 quedó en tinta sobre el papel, la
oligarquía asfixio de recursos para el desarrollo magisterial y posteriormente
vino el golpe militar del Gral. Juan Velasco Alvarado y tiempo después el 29 de
enero 1980 el Gral. Francisco Morales Bermúdez Cerrutti promulga el Decreto Ley
Nº 22875 “Ley del Magisterio”, que no se llego a aplicar y que posteriormente
cuando se recobra la democracia va a ser derogado por la Ley del Profesorado.
El
magisterio el 3 de junio del año 1984 inicia una huelga nacional por mejoras
profesionales, sociales y económicas, obligo a acelerar al Congreso de la
República la dación de la Ley del Profesorado Nº 24029.
La
Ley del Profesorado estaba dada pero los ascensos de nivel, las mejoras
remunerativas se alejaban, el primer gobierno de Alan García dio un manejo
partidario del sector por parte del APRA, la educación se convirtió en el botín
que festinaban los apristas, hecho que se agravaba con la galopante inflación
que reducía todo derecho remunerativo lo que obligo al magisterio a confrontar
al gobierno. Al término del primer
gobierno de Alan García se modifica la Ley del Profesorado con la Ley Nº 25212,
hecho que fue producto de la lucha magisterial de 1990.
Durante
la narco dictadura fujimontesinista para no cumplir con el mandato de la Ley
del Profesorado se emitieron normas de menor jerarquía que le contradecían tal
fue así el Decreto Supremo Nº 051-91-PCM norma transitoria que regulo los
haberes del sector público, que por mandato constitucional su duración debería
ser por seis meses, su vigencia se alargado por más de 21 años. A demás cada
ley de presupuesto prohibía los ascensos y así la Ley del Profesorado quedo
congelada y el magisterio imposibilitado de ascender de nivel magisterial.
El
magisterio se vio impedido de hacer CARRERA PÚBLICA y se le condeno a seguir
postergado. Posteriormente fue chantajeado, condicionando los ascensos previa renuncia
a su estabilidad laboral nos referimos a la Ley Nº 29062 Ley de Carrera Pública
Magisterial promulgada en el año 2007, la misma que en el año 2011 fue
congelada, porque al Estado no le interesa que el magisterio haga carrera
pública, todo lo contrario usa estos congelamientos para seguir progresivamente
reduciendo sus derechos al magisterio y en ese marco fue presentado el proyecto
de Ley de Reforma Magisterial para desproteger aún más al profesor. Quieren
profesionales de la educación, sumisos, humillados, gana panes y sobre todo
temerosos, para que sean dóciles implementadores del sistema neoliberal.
Las
excusas o razones que han esgrimido los gobernantes para burlarse del maestro y
sus derechos han sido siempre las mismas; “los maestros son muchos”, “no hay
disponibilidad presupuestal”, “hay recesión”, “cualquier incremento de haberes
creará un forado en la caja fiscal” o sino usan la mediática de tildarnos de “ociosos,
haraganes, irresponsables, violentos, burros, etc.” o “que no merecemos mejor
remuneración”. Solo Dios sabe cuantas otras y nuevas razones de la sin razón se
formularan en el camino. Nosotros, los maestros largamente vejados, que hemos
visto y vemos soslayadas nuestras esperanzas de mejores condiciones de vida
para nuestras familias, nos remitimos a la historia. Nos seguirán hablando de
las "bondades y beneficios" de la nueva Ley de Reforma Magisterial, y
que creamos en que si no renunciamos a nuestros derechos adquiridos seguiremos
conviviendo con el hambre.
Seremos
fácil presa de la mediática gobiernista, de que, el problema es que no queremos
evaluarnos, quienes afirman esto lo hacen con mala intensión o por ignorancia
de lo que normaban las leyes antes citadas, todas ellas hablan de evaluación de
concursos para ascender, ¿Por qué no se convocaron los concursos? La respuesta
es sencilla: el gobierno no quiere incrementar el gasto público al no querer
pagar bien a los que salgan aprobados en dicha evaluación para los ascensos, ni
ascenderlos y hasta hoy siguen prorrogando y aplazando la evaluación
extraordinaria de ascensos de escala. Siempre HEMOS TENIDO LEYES DESFINANCIADAS. Eso quiere
decir que los gobiernos de turno engañan al magisterio y a la opinión pública
cuando dicen que buscar revalorar o dignificar al maestro pues esconden que
ellos - siguiendo las pautas del Banco Mundial, el Fondo Monetario
Internacional, etc.- solo buscan equilibrio presupuestal público sin
crecimiento del gasto salarial educativo para proteger los pagos de la deuda
externa peruana.
Entonces
donde está el crecimiento del PBI, los 40 mil millones de dólares de reservas,
hasta PKK dice que hoy el Perú tiene más dinero que nunca, entonces porque no
se mejora la calidad de vida los peruanos, porque no se incrementa los sueldos
de los trabajadores. La respuesta sigue siendo la misma. O sino analicemos las
declaraciones de la Vicepresidenta de la república realizadas este domingo 23
de setiembre de 2012 en el diario La República, que afirma que todos los
últimos gobiernos no han podido poner el ministro de economía, que eso lo hace
el FMI. Seguimos siendo colonia, y tenemos un virrey llamado Luis Miguel
Castilla que ha demostrado que él legisla y gobierna, la aprobación de la Ley
29944 así lo ha demostrado.
Lic. Angel Agustin Salazar Piscoya
DECANO NACIONAL CPPe
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