lunes, 9 de septiembre de 2013

PORQUE EL I CONGRESO PEDAGÓGICO NACIONAL


PORQUE EL I CONGRESO PEDAGÓGICO NACIONAL

5; 6 Y 7 de Octubre – Colegio Alfonso Ugarte - Lima

Todos los peruanos coincidimos que la educación en el Perú está en crisis, que tiene raíces estructurales, que está desfinanciada, que no contribuye al desarrollo del país, que es anacrónica, que reproduce una economía primario exportadora, etc. los altos funcionarios excluyéndose de sus responsabilidades han buscado al chivo expiatorio para culparle de la crisis educativa y se la han achacado al maestro y maestra, por lo tanto habría que castigarle por los resultados educativos. Han dado leyes de corte antilaboral que han desprotegido a los trabajadores en la educación y el Estado se niega en destinar mayores recursos a la educación nacional, el modelo educativo digitado desde el MINEDU, se cambia cogiendo calcos y copias extranjeras que no ayudan en nada a mejorar la calidad educativa por el contrario vamos de fracaso en fracaso. ¿Qué hacer?

            Una posible respuesta es que la educación sea una cuestión de Estado y que la sociedad fiscalice que se cumpla con los compromisos internacionales y del Acuerdo Nacional. Pero nos volvemos a cuestionar ¿con un Estado como el presente, podremos hacer eso?, los altos funcionarios y gobernantes estarán dispuestos a mejorar la educación nacional o sólo les es útil para sus promesas electorales, por parte del Estado no vemos el cambio para mejorar, pues se evidencia todo lo contrario.

            Entonces el Colegio de Profesores del Perú, convocando al I Congreso Pedagógico no solo busca encontrar respuestas a la crisis educativa, sino que nuestro propósito es construir el pensamiento pedagógico peruano alternativo, ir a las aulas, al ande, al bosque y convocar las voluntades y a la toma de conciencia de que la educación, como arma fundamental, para cambiar la sociedad y, con ello, cambiar nosotros mismos. El I Congreso asume la responsabilidad de aunarse a la tarea de toma de conciencia y a esa doble dimensión de la educación: cambiar la sociedad porque cambiamos nosotros mismos como pueblo y como sujetos históricos, y cambiar nosotros mismos para que cambia la sociedad.

El I Congreso, es esencialmente pedagógico creativo, no queremos un “congreso” de los que nos han acostumbrado los mercaderes de la educación, por lo general, a repetir de un modo mecánico lo que se hace en otros lugares y a evitar, sistemáticamente, el ejercicio del propio pensamiento y de la reflexión concreta de la propia realidad. El CPPe irrumpe contra esas prácticas antiguas desde diversos puntos de vista. En primer lugar, asumimos una reflexión crítica de la educación, nos diferenciamos de eventos supuestos de “objetividad”, de “imparcialidad política”, de “cientificidad” y de “neutralidad”, actitud que esconde en los hechos, la práctica de una política justificadora de la desigualdad, del apego al poder existente y la repulsión a una verdadera investigación y a la verdad.

En segundo lugar, queremos tratar los temas de educación y de pedagogía desde un punto de vista global, porque sólo así es posible visualizar, hacia dónde va la educación en su conjunto, esto es, hacia la conformación de qué tipo de sociedad y por consiguiente, definir nuestro compromiso y participación personal. Esta visión global constituye el fundamento epistemológico de las políticas educativas nacionales e internacionales, puesto que vincula la educación con los procesos económicos, sociales, políticos e históricos más amplios, del actual tipo de sociedad en que vivimos. La visión de la educación como una totalidad articulada descarta verla, definitivamente, como una suma de tópicos cualesquiera que se suceden sin orden ni concierto, pero que en realidad se mueven al compás de intereses coyunturales o en favor del “pensamiento único”. Dicho en otras palabras, el I Congreso Pedagógico se aparta de las concepciones posmodernas, es decir, relativistas, aquellas que se presentan ahora con el atractivo de un nuevo mensaje: el de las “nuevas caras o direcciones de la ciencia” que descartan, de hecho, el tema del poder, la posibilidad de un proyecto histórico –educativo en nuestro caso- y de construir todos, consciente y socialmente, el futuro.

En tercer lugar, entendemos a la educación como una tarea cultural propia de los peruanos para los peruanos y, por lo tanto, para la universalidad del ser humano. Necesitamos una pedagogía para el Perú, para hacer de nuestro país una sociedad justa, donde se pueda vivir con autonomía y dignidad. Para quienes nacimos y crecimos en una sociedad caracterizada por su violencia y que, pese a ello o quizá debido precisamente a ello, hemos sido capaces de vislumbrar otros mundos posibles y otros tipos de educación posible. La tarea de construir una educación propia con nuestras propias categorías de análisis y nuestras propias concepciones del mundo y del hombre, es una tarea histórica pendiente y que queremos iniciar su construcción en este I Congreso Pedagógico Nacional del CPPe.

Ángel Agustin Salazar Piscoya
DECANO NACIONAL

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